La OCU considera esta normativa "un primer paso hacia el desbloqueo del mercado del automóvil y va a permitir que los consumidoes puedan beneficiarse realmente de unos precios más competitivos, tanto para la compra de vehículos nuevos como para un servicio post-venta de calidad".

Según la asociación, el hecho de que a partir de octubre los concesionarios de automóviles puedan vender diferentes marcas, reportará a los compradores una posibilidad de comparación y una competencia más amplia entre las diferentes firmas.

Los establecimientos perderán la actual cláusula de localización en 2005, es decir, podrán abrir librement diferentes puntos de entrega en toda la Unión Europea, lo que facilitará que se puedan comprar coches más baratos en otros estados miembros de la UE.

No obstante, el aplazamiento hasta 2005 que ha conseguido el sector de la distribución de vehículos "restringirá la competencia y hará más difícil la compra transfronteriza de vehículos más baratos", según la OCU.

Asimismo, el servicio post-venta podrá prestarse fuera de los talleres oficiales o no será obligatorio realizarlos en éstos, mucho más cros que los talleres independientes, que podrán acceder a la información técnica de los distintos modelos y a los repuestos y equipamiento de los mismos.