"Su Gobierno ha decidido subvencionar a las familias islámicas y financiar a sus entidades religiosas con fondos públicos", lo que, para Concapa, "resulta discriminatorio para los ciudadanos que han elegido que sus hijos cursen la enseñanza de una religión distinta de la islámica", ya que "ninguno dispone de la gratuidad total de libros de texto"

Asimismo, Carbonel considera, en la carta, que la actitud del Gobierno también discrimina a las organizaciones religiosas, puesto que "sólo la islámica podrá comercializar los textos utilizados en las escuelas como vía complementaria de financiación".

En su misiva, Carbonel arremete, finalmente, contra los "responsables políticos" que han promovido "una situación discriminatoria, injusta, ilegal y éticamente reprobable", y pide su cese.