LAS COMUNIDADES DE REGANTES RECHAZAN EL PAGO DE UN CANON POR EL USO DEL AGUA

MADRID
SERVIMEDIA

Las comunidades de regantes de España exprsaron hoy su oposición al establecimiento de algún canon o tributo por el uso del agua y exigieron un aumento de las inversiones públicas en infraestructuras hidráulicas, así como la inclusión en el Plan Hidrológico Nacional de ayudas para las obras que realizan estas comunidades en los canales de riego.

Pese a las declaraciones realizadas por responsables del Ministerio de Obras Públicas y Transportes sobre un posible canon por el uso del agua en el Plan Hidrológico Nacional, el presidente de la Fedeación Nacional de Comunidades de Regantes, Salvador Alfonso Guillem, se mostró convencido de que no adoptarán esa medida "porque en reuniones concretas así se nos ha dicho".

Juan Valero de Palma, secretario general de la federación, explicó que el establecimiento de este canon supondría una modificación unilateral por parte de la Administración de las concesiones a los regantes fijadas en la Ley de Aguas de 1985, cuya duración máxima es de 75 años, lo que, a su juicio, podría recurrirse ante los tribuales.

Para hacer frente a la sequía, las comunidades de regantes piden que el Plan Hidrológico Nacional contemple la exención de todos los cánones de regulación de los pantanos y las tarifas cuando la sequía dure todo el año y de la parte proporcional a la reducción del caudal de los ríos cuando la sequía dure parte del año.

CAUDAL ECOLOGICO

También exigen que el nuevo plan mantenga las prioridades para el uso del agua fijadas en la Ley de Aguas, que sitúa en primer lugar el abastecimiento de pblaciones, seguido de los regadíos y usos agrícolas, los usos industriales para la producción de energía eléctrica, otros usos industriales y la acuicultura.

Los responsables de las comunidades de regantes sospechan que el ministerio pretende modificar este orden de prioridades en el plan, poniendo en tercer lugar al regadío, por detrás del mantenimiento del caudal ecológico, que es el nivel mínimo de caudal que debe llevar un río para mantener unas condiciones medioambientales adecuadas.

Guillemdestacó la necesidad de proteger la calidad de las aguas y ofreció la colaboración de la federación en la lucha contra la contaminación por vertidos a los ríos, al tiempo que insistió en que las infraestructuras hidráulicas deben ser financiadas por la Administración sin repercusiones para los regantes, al ser obras de interés público.

El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes pidió a la Administración que rectifique la modificación que pretende llevar a cabo de las actuales cnfederaciones hidrográficas y exigió una mayor representación de los regantes en los órganos de gestión de las confederaciones hidrográficas.

Esta federación pide también que las revisiones de las concesiones a los regantes que se realicen para adaptarse al Plan Hidrológico Nacional lleven aparejadas una indemnización y se muestra cauta sobre un posible aumento del regadío. Para Guillem, primero hay que consolidar los existentes y después ver si hay agua suficiente para aumentar las tierras de regadío

Los dirigentes de las comunidades de regantes se refirieron también a la construcción de trasvases y señalaron que "somos solidarios y en el fondo no estamos en contra, pero teniendo claro cuales son los excedentes hidráulicos disponibles, de manera que a la cuenca que ceda le sobre agua de verdad y tenga garantizadas las necesidades de agua futuras".

El presidente de la Federación de Comunidades de Regantes, que está representada en el Consejo Nacional del Agua y presentará sus alegaciones al Pan Hidrológico Nacional cuando pase a este órgano, criticó a los que culpan a los regantes de los problemas de agua actuales y afirmó que "si no fuera por las previsiones de los regantes, que hemos pedido presas e infraestructuras, algunas poblaciones hubiesen padecido mayores problemas de abastecimiento".

(SERVIMEDIA)
01 Mar 1993
NLV