Schorr señaló a Servimedia que "después de tanto tiempo, es una buena ocasión de hacer una revisión profunda, de orden moral y ético, de las raices culturales que llevaran, en la Europa del siglo XX, a una manifestación tan bárbara y violenta contra el pueblo judío".

A su juicio, esta iniciativa "abre una puerta al diálogo y a laesperanza del reconocimiento de errores". Sin embargo, matizó, "no se trata de pedir perdón, sino de revisar comportamientos, actitudes, mensajes, que son los que en definitiva crean estados de opinión, para que estas situaciones no se vuelvan a repetir".

En relación a la figura del Papa Pío XII, señaló que no se le puede atribuir una responsabilidad concreta en el holocausto, aunque sí por "omisión o por no actuación", y apuntó que siente "que no siguiera los pasos de su predecesor" y no condenara "cn más claridad, con más valentía, los excesos y la barbarie nazi".