Según explicó, "estas obras presentan la particularidad de ser las únicas del Plan de Ampliación del Metro en las que se utilizan a la vez el método tradicional de Madrid y la perforación con tuneladora".

La consejera realizó su visita en la segunda de las cinco estaciones que contempla el proyecto, en la Avenida de Burgos, puesto que constituye el punto de unión de los dos túneles que se están construyendo con métodos diferentes.

La tuneladora bautizada como "Verne" por los escolares madrileños está ya trabajando en el tramo que comunicará esta estación con la de Parque de Santa María, en la que actualmente finaliza la línea 4.

Respecto al que parte en dirección opuesta, hacia Chamartín, de unos 800 metros de longitud, se está realizando con el conocido como método tradicional de Madrid. En total, hasta el momento se han perforado los primeros 150 metros con este procedimiento manual y otros 200 con la tuneladora.

De Cospedal destacó "la importancia de este proyecto, uno de los más complejos del Plan de Ampliación del Metro de Madrid, porque dará servicio a barrios ya consolidados en los que se están incrementando las necesidades de movilidad". Añadió que "con una gran estación en Pinar de Chamartín será el punto de partida del Metro ligero que servirá para atender también a los nuevos desarrollos urbanísticos del norte de la capital".

El proyecto contempla la construcción de 7 kilómetros de túneles (incluyendo fondos de saco y conexión con cocheras y talleres) de los que 5,8 corresponden al trazado de las nuevas líneas. Por motivos técnicos, la obra se ha dividido en dos tramos: el primero, desde Plaza de Castilla hasta Chamartín, con un kilómetro de longitud, y el segundo, desde el futuro intercambiador con Renfe hasta la estación de Parque Santa María, de 4,8 kilómetros.

CINCO ESTACIONES

Esta actuación dará servicio a los distritos de Chamartín, Hortaleza y parte de Ciudad Lineal. Los mayores beneficiarios serán los vecinos de la Avenida de Burgos y los barrios de Apóstol Santiago y Pinar de Chamartín. En total, contará con cinco estaciones, de las cuales una corresponderá al intercambiador de Chamartín y otra de conexión de las líneas 1 y 4 y con el arranque del Metro Ligero.

Según la consejera, "el buen ritmo con el que se están desarrollando los trabajos ha permitido abrir ya al tráfico las calles afectadas por la construcción de la quinta estación y entre septiembre y octubre lo harán las afectadas por la construcción de las dos anteriores". Respecto a la segunda estación, su construcción no ha afectado al tráfico de la zona.

Durante el acto, incidió en los esfuerzos realizados por la Consejería de Transportes e Infraestructuras para acelerar lo máximo posible los trabajos, con el objeto de reducir el tiempo de obras y con ello las molestias que puedan ocasionar a los vecinos de estas zonas, que en 2007 dispondrá del servicio del suburbano.