"Para eliminar de raíz esta lacra, que afecta a la calidad de vida de nuestra sociedad, desde el Gobierno regional seguimos trabajando y poniendo todos los medios que están a nuestro alcance para que, además de mejorar la seguridad vial, consigamos alcanzar el reto que se reclama desde Europa, que es el de reducir en un 50% el número de víctimas mortales entre el 2003 y el 2010", dijo Prada.

El vicepresidente, que hizo estas declaraciones durante la presentación de la memoria de la Cátedra de Seguridad Vial tras su primer año de actividad, hizo balance de los esfuerzos y trabajos llevados a cabo por parte del Ejecutivo regional y recordó que "la Comunidad de Madrid sigue sin tener competencias globales en esta materia, como ya ocurre en otras regiones de España".

Para garantizar la mayor comodidad posible a los madrileños en sus desplazamientos, el Ejecutivo autonómico ha solicitado al Ministerio del Interior las competencias en materia de tráfico, incluida la Unidad Adscrita de la Guardia Civil de Tráfico.

"Cada fin de semana, cada puente, y cada salida de vacaciones los madrileños sufren interminables atascos. Nosotros pensamos que esto se puede gestionar mejor, sobre todo a través de una mayor información al ciudadano, porque no hacer nada o recomendar la prohibición de que no se salga no es la mejor solución", señaló Prada.

Entre las actividades de la Cátedra de Seguridad Vial se encuentra la elaboración de una propuesta de Plan Estratégico de Seguridad Vial de la Comunidad de Madrid para el periodo comprendido entre 2006 y 2010. Se trata del primer paso para intentar reducir los índices de siniestralidad en las carreteras, pasando de las 357 víctimas mortales del 2003 a un número inferior a 178 en 2010.

Para alcanzar este objetivo se ha propuesto incidir en el comportamiento de los usuarios, eliminar los tramos de concentración de accidentes de las carreteras de la Comunidad de Madrid y reforzar la seguridad en los vehículos.

Además, esta estrategia ha permitido conocer las 15 variables que determinan, en gran medida, los accidentes y la mortalidad vial en la región, tales como el mal estado de las carreteras, la velocidad inadecuada y el consumo de drogas o alcohol.