El anteproyecto establece, entre otras cosas, que las compañías eléctricas dispongan de los medios necesarios para evitar cortes de energía, en defensa de la calidad del suministro eléctrico a los ciudadanos de la región.

Con ese fin, el anteproyecto fija una serie de medidas y procedimientos destinados a detectar problemas estructurales en la red de distribución. El objetivo es evitar en lo posible que se produzcan incidencias y garantizar que, cuando se presenten, las empresas distribuidoras cuenten con los medios materiales y humanos necesarios para afrontarlas en un tiempo adecuado.

También se incluye la obligación a las empresas distribuidoras de presentar todos los años un Programa Anual de medios e inversiones en el que se describan las actuaciones que vayan a acometer en el conjunto de la red de distribución de energía eléctrica existente en la Comunidad de Madrid.

Entre las medidas que establecerá la nueva normativa de garantía del suministro ante cualquier incidencia, destaca que las eléctricas deberán reponer el servicio en un tiempo inferior a 4 horas al 70% del mercado afectado, y al 100% en menos de 8 horas.

Asimismo, las subestaciones serán inspeccionadas anualmente por un organismo de control autorizado, y dispondrán de un protocolo de mantenimiento preventivo de las instalaciones actualizado.

El programa anual de las eléctricas contendrá, además, los dispositivos de atención adecuada al cliente y los medios con los que prevé reforzarlos en caso de incidencia.

Por último, hay un régimen sancionador destinado a garantizar el cumplimiento de las nuevas obligaciones impuestas a las eléctricas y que sanciona con multas de hasta tres millones de euros cada posible infracción.