COMUNIDAD MADRID. TAMAYO EXPONE LOS AUTOS DEL TSJM E INFORMACIONES DE PRENSA COMO PRUEBAS DE SU INOCENCIA Y DE LAS MENTIRAS DE SIMANCAS
- No aportó ningú dato nuevo en su intervención inicial ante la comisión de investigación
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Eduardo Tamayo defendió hoy su inocencia ante la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid y trató de demostrar "las mentiras" de Rafael Simancas con una retahíla de pruebas enumeradas una a una y con todo detalle, que se reducían a los autos del Tribunal Superior de Justicia de Madrid rechazando la querella del PSOE y a una veintena de informaciones periodísticas.
Tamayo comenzó s intervención inicial calificando de "ilegal" la comisión de investigación, por no estar representado el Grupo Mixto, y asegurando que la trama urbanística está sólo en la mente de algunos dirigentes del PSOE y de Izquierda Unida. Advirtió a continuación de que tanto él como Teresa Sáez defenderán su inocencia "hasta el final".
Una vez tras otra aseguró solemnemente ante la comisión su intención de demostrar que no ha sido comprado por nadie para traicionar a su partido y que todo se debe a que los diigentes de la Federación Socialista Madrileña han mentido a los electores.
Su "prueba número uno" era el auto de 3 de julio de 2003 del Tribunal Superior de Justicia de Madrid por el que desestimó la querella del PSOE porque "no se ve el delito por ningún lado". La segunda prueba era el auto del 18 de julio en el que se rechazaba el recurso de los socialistas porque los hechos relatados eran "meras conjeturas".
Sólo con esto, decía Tamayo, podría ser "el fin de la comparecencia" ante la comisión e investigación. "Sentencia firme. Absolución. Inocencia", decía una y otra vez el diputado sobre su propio papel. Pese a su convencimiento de que esos autos muestran su inocencia, se mostró dispuesto a "prestarme a la farsa" y seguir aportando pruebas para demostrar que Simancas y Ruth Porta "mintieron a los ciudadanos", porque en realidad "habían vendido el Gobierno a los comunistas" con un pacto secreto y "humillante".
Las pruebas enumeradas una a una por Tamayo eran informaciones de varios medios e comunicación, muchos de ellos de Internet, que relataban las negociaciones para formar Gobierno en Madrid y cómo Izquierda Unida pedía "mucho", hasta el cincuenta por ciento del presupuesto regional. Hasta una veintena de recortes de prensa y artículos de la red sirvieron al diputado "rebelde, no tránsfuga", para sentenciar que Simancas "mentía y lo que decíamos era verdad".
Pasó después a algo "más interesante", pero que ya había denunciado públicamente en numerosas ocasiones: el supuesto acuerdo acanzado por el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y el grupo "Renovadores por la Base" por el que garantizaban a esta corriente el cuarenta por ciento de la lista electoral y de los puestos en el Gobierno. En el encuentro, relató, Blanco hizo de notario, "por mandato expreso de José Luis Rodríguez Zapatero", y el acuerdo se cerró "con un apretón de manos".
El acuerdo, recordó, fue relatado también por José Luis Balbás en una carta abierta a los medios de comunicación. "Con esto pruebo qe el señor Simancas ha vuelto a mentir y que lo que decíamos los diputados rebeldes era cierto". En esta enumeración de pruebas y de supuestas mentiras del líder de los socialistas madrileños, denunció que el candidato en campaña sólo hablaba del piso en el que vivía en Fuenlabrada, pero según informaciones periodísticas tiene más viviendas. "Ha mentido a todos los electores", sentenció.
Lamentando la falta de tiempo "para leer tres pruebas más que tenía", dio por demostrada la existencia de un pacto oculto y humillante" para dar el Gobierno a los comunistas, enumerando consejería por consejería, que Simancas no respetó los acuerdos internos y que ha dejado a parte de sus compañeros "en la estacada" y que ha mentido a los electores sobre su patrimonio.
En un futuro se demostrará, dijo, que los intereses inmobiliarios de Simancas le impedirían gobernar con libertad y que el marido de Ruth Porta hace negocios con los ayuntamientos de Madrid gobernados por el PSOE. "Tengo la conciencia tranquila y lipia, y soy inocente de los insultos y difamaciones de los señores Simancas y Porta", sentenció.
El portavoz popular, Antonio Beteta, había requerido directamente a Tamayo para que aclarara ante la comisión de investigación que ningún partido representado en la Cámara le incitó o promovió mediante dádiva o promesa para ausentarse de la sesión de constitución de la Asamblea, y si se debió a "trifulcas internas" en la Federación Socialista Madrileña, al incumplimiento de los compromisos internos adquirids y a la discrepancia con el acuerdo con Izquierda Unida.
El portavoz socialista, Modesto Nolla, había comenzado antes preguntando a Tamayo si está satisfecho de lo que ha hecho, de haber dado la mayoría al PP, de que "le ampare la Fiscalía" para impedir una investigación y de "la protección que le proporcionan" los populares en la Cámara. De todo ello, decía el diputado, "se le nota satisfecho".
Nolla le recordó que ambos habían compartido trabajos en el Grupo Socialista y denunció que "lo más gave" no es haber impedido un gobierno elegido por los ciudadanos, sino "el destrozo" provocado en las instituciones y entre los electores que habían confiado en los socialistas. "Esperamos conocer las compensaciones que usted ha tenido o espera tener", remachó.
Le recordó después el origen de "la mala fama" del número trece, el que ocupaba Tamayo en la lista del PSOE a la Comunidad de Madrid, y que está en la traición de Judas. Su objetivo, concluía Nolla, era repetir las elecciones para dar "una seguda oportunidad a la derecha", y la traición a sus filas era la única fórmula.
(SERVIMEDIA)
24 Jul 2003
CLC