"Está bastante claro que esto es un impulso económico", dijo Leguina en Rdio Nacional. "Cualquiera que se pare a meditar, sabe que hay alguien que les ha untado. Eso no quiere decir, ni de lejos, que ese unte venga de ningún partido político, no lo creo. Mi opinión particular es que el PP no está detrás de esto".

Leguina afirmó que la iniciativa política corresponde ahora en exclusiva al PP, que es quien tiene que decidir si forma un gobierno en minoría, dependiendo de Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, o propicia la celebración de unas nuevas elecciones. "Para el PP debeser incomodísimo tener que depender de dos individuos de esta catadura moral", dijo.

Tras indicar que a estos dos diputados "la ley les protege, pero no la moral", definió la corriente de la FSM "Renovadores por la base" como "un núcleo muy pequeño, muy activo, que parece que tiene una trama económica, no diré que ilegal, superpuesta sobre un grupo político muy pequeño que opera como secta y que ha llevado a esta situación".