La comparecencia de Teresa Sáez estaba prevista para hoy, después de la de su compañero del Grupo Mixto, Eduardo Tamayo. Sin embargo, cerca de las nueve de la noche los diputados escuchaban aún las explicaciones de Tamayo, que habían comenzando a lasdiez de la mañana.

El problema reglamentario se planteaba porque la comparecencia de Teresa Sáez debe comenzar su declaración en el día de hoy, en el que ha sido citada, es decir, antes de medianoche. De no ser así, los grupos deberían volver a formalizar su llamamiento y dejar transcurrir al menos tres días entre la citación y su declaración.

Los grupos intercambiaban por los pasillos propuestas para permitir que Teresa Sáez comenzara su declaración antes de medianoche y, una vez iniciada, o bie prolongarla hasta que concluya, o bien darle continuidad otro día.

Puesto que la Diputación Permanente habilitó sesiones de la comisión de lunes a jueves, bastaría una reunión de la Junta de Portavoces para decidir el hueco de esos días de la próxima semana en el que se podría incluir la continuación de su comparecencia. La posibilidad de proseguir mañana quedaba en principio descartada puesto que los viernes no hay sesiones habilitadas y, por tanto, haría falta una reunión urgente de la Diputación Prmanente.

Mientras la comparecencia de Tamayo se prolongaba horas y horas en una sala situada frente al salón de plenos de la Asamblea, Teresa Sáez esperaba en las dependencias del Grupo Mixto, en el edificio anexo.