Los trabajos de digitalización de estos fondos comenzaron con manuscritos, libros impresos, publicaciones periódicas y cartografía histórica de los siglos XVI a XX, que dio origen a este recurso en 2003. A partir de entonces, cada año se han ido incorporando nuevos conjuntos documentales para mejorar su conservación, difusión y accesibilidad en línea.

Además, ofrece la posibilidad de descarga en diferentes formatos digitales para su reutilización y proporciona un punto de enlace a recursos que se encuentran disponibles en la red. Con ello, se favorece la transmisión de este patrimonio, ya que la Biblioteca se ubica allí donde se encuentra el usuario.

"Esto posibilita que los documentos salgan de sus depósitos y sus contenidos estén al alcance de cualquier persona y todo lugar, tanto para reelaborar la información o abrir nuevas líneas de investigación, como para su disfrute y entretenimiento", señaló la Comunidad de Madrid.

En este espacio se encuentran digitalizados manuscritos, impresos, publicaciones periódicas, mapas, carteles, dibujos y los más diversos fondos bibliográficos.

La mayoría son obras libres de derechos con una cronología amplia, desde el siglo XV hasta el XX, de fácil acceso y sobre los temas que van desde la literatura clásica, a la científica, los libros de viaje y de música, con especial dedicación a todo lo madrileño.

ENRIQUECER LAS COLECCIONES

La cooperación institucional ha sido "clave" para enriquecer las colecciones. Por ello, a partir de 2008 se hizo posible la recolección de sus registros a través de los agregadores de contenidos Hispana, Europeana y otros repositorios internacionales.

En el año 2011, empezaron a incorporarse los fondos de otras instituciones como la Fundación Universitaria Española, la Fundación Lázaro Galdiano, la Real Academia Española, la Real Academia de la Historia o el Instituto Cardenal Cisneros.

También se acometió el proyecto de integrar en este recurso digital el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Madrileño, que cuenta con un espacio propio desde 2022, y cuya elaboración se recoge en la recientemente aprobada Ley del Libro, la Lectura y el Patrimonio Bibliográfico de la Comunidad de Madrid. El objetivo es inventariar y describir el material depositado en las bibliotecas de la región, ya sean de titularidad pública o privada.

Además, todo ello favorece la conservación, investigación, enriquecimiento, difusión y disfrute de todo este material, desde una perspectiva actual, "estableciendo su referente en la Biblioteca Regional de Madrid como coordinadora y supervisora de todas las acciones para su protección".