Ongil hizo estas declaraciones en la Fundación Padre Garralda- Horizontes Abiertos, con la que el Gobierno regional colabora para impulsar programas sociales dirigidos a personas en riesgo de exclusión social.

Según informa la Comunidad de Madrid, los proyectos de integración social constituyen uno de los pilares del Ejecutivo regional para lograr la inclusión social de las personas más desfavorecidas y muestran la colaboración entre la Administración regional, las corporaciones locales y las entidades sociales sin ánimo de lucro.

Estos proyectos se centran en el desarrollo personal, la formación básica y ocupacional, la orientación y el apoyo a la incorporación sociolaboral, incluyen actividades de acompañamiento social, formación ocupacional y acceso al empleo y aplican metodologías flexibles que permiten adaptar los procedimientos de intervención a las características de las personas y grupos en situación de exclusión.

La consejera, acompañada por el presidente de esta fundación, Jaime Garralda, visitó un piso tutelado en el que esta entidad atiende a madres sin recursos y a sus hijos, a través del "Programa Strada", que se viene desarrollando desde el año 1999 y que pretende lograr la normalización social de estas mujeres.

Durante el año pasado, se atendieron a un total de 17 mujeres con edades comprendidas entre los 20 y los 38 años y a 22 menores de hasta nueve años procedentes de diferentes países. Un 23% de las usuarias tenían nacionalidad española, seguidas de bolivianas -un 23%- y ecuatorianas -un 12%-. Del total, siete mujeres lograron finalizar el proceso habiendo normalizado su situación.

El manejo de las responsabilidades propias de un progenitor, el fomento de las relaciones familiares, la estabilidad psicológica y la búsqueda y la gestión de los recursos (DNI, tarjeta sanitaria) constituyen las acciones principales que se plantean para las madres. Con los menores se pretende su normalización social a través de la participación en los espacios propios de su edad (parques, actividades extraescolares) que fomentan su desarrollo integral, además de su escolarización y atención psicológica.

Asimismo, se han desarrollado actividades formativas para las madres a través de cursos que les proporcionen la formación necesaria para facilitar su inserción laboral bajo la supervisión de un grupo de 25 profesionales entre los que se encuentran educadores infantiles, un trabajador social, un psicólogo y voluntarios.