El Plan, que contará con un presupuesto de 65.425.906 euros, incorpora un concepto amplio de violencia de género, en el que se incluye no sólo la violencia que sufren las mujeres en el ámbito doméstico o afectivo, sino también la que padecen en el ámbito laboral (acoso sexual) y social (agresiones sexuales, tráfico con fines de explotación sexual y mutilaciones genitales).

Parte de un concepto amplio y protector de la víctima, entendiendo por tal no sólo a las mujeres, sino también a sus hijos, que en la gran mayoría de los casos son víctimas sólo por el hecho de ser testigos de la violencia, y en otros son ellos también sujetos de amenazas o agresiones que tienen como fin coaccionar a sus madres.

También se prevé que puedan tener la consideración de víctimas de la violencia de género otras personas dependientes de una mujer cuando se les agrede para causar perjuicio a ésta.