Este operativo, que se puso en marcha el pasado 1 de junio y que se mantendrá hasta el 15 de octubre (dos semanas más que otros años), es el mayor dispositivo contra incendios de la historia de la Comunidad de Madrid y costará unos 32 millones de euros, un 7% más que el presupuesto destinado a este fin el pasado año.

La mayoría de las personas dedicadas a luchar contra el fuego, cuyo número ha crecido este año en casi un centenar, son bomberos (1.315) y el resto agentes, técnicos forestales y personal de las cuadrillas de retén (840) y personas de labores de apoyo (395).

Los vehículos para prevenir y combatir los incendios también han aumentado este año, un 25%, hasta un total de 378, de los que 163 son camiones autobombas y cuatro los denominados vehículos de alta movilidad táctica (Vamtac). Desde el aire, el dispositivo está controlado por diez helicópteros, uno más que el verano pasado.

Dentro del plan civil de protección de emergencias por incendios forestales del Gobierno regional (Infoma 2006), juega un papel decisivo la función de vigilancia y detección de incendios, que se lleva a cabo desde unos cien emplazamientos repartidos en cinco zonas geográficas. Además, durante toda la campaña está prohibido hacer barbacoas en el monte.