Segunda mano

La compraventa de ropa usada es “un significativo paso” hacia el “cuidado ambiental” y “ha venido para quedarse”, según la UOC

MADRID
SERVIMEDIA

Las plataformas para la compraventa de ropa de segunda mano como la que hace apenas dos meses lanzó Zara en Reino Unido o la desarrollada por H&M con presencia en 20 países, entre ellos España, representan “un significativo primer paso” hacia el “cuidado medioambiental” y son exponentes de un modelo que “ha venido para quedarse”.

Así lo defendieron este martes la profesora colaboradora de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Neus Soler y la profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la misma institución académica Ana Isabel Jiménez-Zarco en un comunicado en el que valoraron que, además, se trata de “una gran oportunidad” para la marca de “seguir fomentando el consumo”.

En concreto, Soler recordó que, actualmente, “compramos, de media, un 60% más de ropa que hace una década y tiramos esa ropa tras haberla utilizado una media de solo diez veces”. “Por lo tanto, el modelo es totalmente insostenible y debemos buscar opciones que alarguen la vida de los productos y fomenten la economía circular", advirtió, consciente de que, tanto empresas como consumidores “tenemos la responsabilidad de cuidar el planeta".

Para la profesora Soler Labajos, la creación de este tipo de plataformas es “un significativo primer paso hacia el cuidado medioambiental”, si bien estimó que, además de “promover” la venta de ropa de segunda mano, estas empresas “podrían hacer mucho más en favor del planeta”.

“Parece un contrasentido que, por un lado, vendan productos de segunda mano y que, por el otro, sigan produciendo volúmenes ingentes de ropa y, además, en condiciones generalmente no deseables", aseveró, para reconocer que “por algo se empieza” y que esta iniciativa, “sumada a otras que están desarrollando estas empresas marca un buen punto de partida” aunque “habrá que ver si las cumplen y si estas acciones van acompañadas de otras medidas necesarias", entre las que citó la reducción del volumen de producción y la fabricación de prendas “de más calidad”, convencida de que, “de lo contrario, incurrirían en 'greenwashing'".

JUSTIFICACIÓN DEL MODELO

Con respecto a los motivos “principales” que “justifican” la aparición de este tipo de plataformas, afirmó que, con ellas, las compañías tratan de “responder positivamente a una necesidad social del consumidor y poder ejercer control sobre la actividad y obtener información gracias a esto”.

“Si la marca no tiene una plataforma propia, el consumidor venderá sus prendas igualmente mediante otras plataformas. Sin embargo, si lo hace en la plataforma de la marca, la información que se genere gracias a esa acción, incluyendo datos demográficos, psicográficos o comportamentales, será propiedad de la marca, que podrá sacar beneficio de ello", apostilló.

Además, en la compraventa de ropa usada, la experta ve “una gran oportunidad” para la marca de “seguir fomentando el consumo”, al entender que, “en estas circunstancias, el consumidor comprará aún más ropa nueva, porque, cuando se canse de ella, podrá revenderla con facilidad, y porque el hecho de comprar por comprar genera el mismo efecto, independientemente de si se trata de ropa nueva o usada".

Según su criterio, la “supervivencia” de esta tendencia dependerá de “si el uso de las plataformas o las condiciones de la venta de segunda mano compensan o no al consumidor” y aseguró que la “amplia capilaridad” que estas plataformas tienen gracias a sus tiendas físicas “posibilitará al usuario entregar y recoger el paquete cómodamente, sin acordar un horario y en el punto de entrega o recogida que más le convenga", entre otras ventajas.

"Además, en España, sobre todo, se confiará mucho más en una empresa autóctona con diversos puntos físicos para atender al consumidor que en una aplicación extranjera con sede en Lituania y ningún punto de atención”, espetó.

Por su parte, Jiménez-Zarco aseguró que, “sin duda, la crisis económica actual y la inflación son dos de las razones que se suman a la corriente de defensa de la economía circular que en los últimos años se está extendiendo". Asimismo, auguró que la venta de ropa de segunda mano impulsada por marcas “ya fuertes" en el ámbito de la moda rápida, es “un negocio que ha venido para quedarse, sobre todo en el seno de las economías desarrolladas".

En relación al perfil del usuario de este tipo de recursos, la profesora subrayó que se trata de "jóvenes, especialmente urbanos, a los que les gusta la moda, pero que también están fuertemente concienciados con todo lo relacionado con la sostenibilidad".

(SERVIMEDIA)
10 Ene 2023
MJR/clc