Según los datos publicados hoy por el Ministerio de Vivienda, en 2008 se vendieron 333.426 viviendas nuevas, un 19,2% menos, y 231.038 usadas, un 45,6% menos que en 2007.

El director del IPE, José Antonio Pérez, explicó hoy en rueda de prensa que la tendencia a la baja en la compraventa de pisos "va a seguir manteniéndose" en los próximos meses.

El parón en las transacciones ha provocado una acumulación de pisos sin vender que supera el millón de unidades, y cuyo valor asciende a unos 300.000 millones de euros.

De la cifra total de pisos terminados sin vender, el 60% se localizan en la costa mediterránea, incluidas las Baleares, y en Cádiz y Huelva, subrayó el presidente del instituto, Marcial Bellido.

Los responsables del IPE apuntaron que si las condiciones financieras se normalizaran y se concedieran préstamos a las familias, la propia demanda interna podría absorber en dos años el stock de pisos.

LA COSTA, LA MÁS AFECTADA

Bellido apuntó que la residencia en la costa es la que más está sufriendo la crisis del sector inmobiliario, pero también es la primera que se podría recuperar.

La actual coyuntura de recesión económica podría llevar a numerosos ciudadanos a buscar oportunidades laborales en las zonas costeras, donde el sector servicios es potente, y ahí tendrían que hacer uso de una vivienda.

Desde el IPE estiman que en 2009 no se construirán más de 200.000 viviendas en España, frente a las 615.000 que se levantaron en 2008. Por ello, Pérez aseguró que "el mayor efecto" del parón residencial sobre el empleo se notará en los próximos meses.

Por otra parte, el Instituto de Práctica Empresarial se refirió al trasvase de patrimonio que se está produciendo desde el sector inmobiliario al financiero, que calificó de "forzado" y "contranatura".

En este sentido, considera de "sentido común" que bancos y cajas prefieran financiar la adquisición de una vivienda de su propiedad que una de segunda mano o de inmobiliarias.