Compramos mnos cantidad de alimentos, pero de más calidad ----------------------------------------------------------
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Los españoles compran menos cantidad de alimentos que hace unos años, pero se trata de productos "de más alta calidad", más elaborados y mejor presentados; es decir, más caros, por lo que durante el pasado año el gasto alimentario creció un 9,1 por ciento.
Esta es una de las conclusines principales del estudio "El Consumo Alimentario durante 1990", que el secretario general de Alimentación, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Fernando Méndez de Andés, presentó hoy en Madrid.
Desde un punto de vista nutricional, el informe o "panel de consumo" indica que, si bien en el último trienio descendió ligeramente el contenido energético de la dieta española, "la reducción no ha venido por la vía de las grasas ni de las proteínas", que siguen siendo "exageradamente superioes a las cifras recomendadas por los expertos".
El secretario general de Alimentación expresó su preocupación por el creciente peso que adquieren las importaciones de frutas y hortalizas, que junto a los transformados alimenticios de tercera y cuarta generación (como los platos preparados), supusieron en 1990 un gasto de un billón de pesetas para la economía nacional.
A juicio de Mariano Maraver, director general de Política Alimentaria, ello no es ajeno a la mejor presentación de las frutas y hotalizas holandesas, francesas de la costa atlántica y algunas italianas, por lo que el ministerio está elaborando un plan que regulará la etiquetación, envasado y presentación de los productos hortofrutícolas españoles.
Mendez de Andés interpretó los resultados del trabajo de sus especialistas como "la consolidación y avance de la 'dieta mediterránea' conviviendo con ciertos rasgos de la alimentación europea consolidada".
La denominada "dieta mediterránea" consiste básicamente en legumbres, fruta pescado y grasas vegetales (aceite de oliva), mientras que los productos cárnicos y los lácteos caracterizan a otros países europeos situados más al norte.
CUESTION DE PRESTIGIO
Los investigadores han observado también que durante 1990 el consumo de proteínas se mantuvo prácticamente estable, pero con tendencia a sustituir unos alimentos por otros de mayor prestigio. Por ejemplo, carnes y pescados tuvieron mas demanda que huevos y legumbres.
Asimismo, constataron una disminución en el consumo e productos ricos en grasas o hidratos de carbono, como la carne de cerdo, leche, pan, azúcar, arroz o patatas.
Sin embargo, esa reducción resultó mínima en el menú de los hogares españoles, a diferencia de la hostelería y centros institucionales (hospitales, cuarteles, etc.), donde es más evidente.
Mientras que el consumo doméstico representó el 75 por ciento de un total de 6,9 billones de pesetas en 1990, el gasto alimentario del sector de restauración alcanzó el 22,8 por ciento y los centros istitucionales el 2,3 por ciento.
La investigación de los técnicos de Agricultura da cuenta, además, de un incremento en ventas de alimentos con más estimación desde un punto de vista gastronómico, o que son símbolo de mayor calidad, como la carne de ternera y añojo, mariscos, moluscos y crustáceos, pan industrial, aceite virgen de oliva o vinos de marca.
El resultado es que, durante el pasado año, subió un 4 por ciento el gasto medio por persona en el hogar, alcanzando las 132.997 pesetas.
CALIAD "ESPECTACULAR"
Otro rasgo de los hábitos dietéticos españoles es un avance notable de los productos con cierto grado de elaboración que se acomodan a las formas de vida actual (tendencia a comer más fuera de casa), como las carnes transformadas, conservas de pescado, algunos derivados lácteos, frutas y hortalizas transformadas, zumos y platos preparados.
En cuanto a estos últimos, Fernando Méndez de Andés subrayó que "la calidad media de los productos de cocina rápida es espectacular comparadacon la de hace cinco años".
Por grupos de alimentos, la carne y los productos cárnicos aportan casi una cuarta parte del total del gasto de los españoles en alimentación.
Les siguen la pesca (12 por ciento), las frutas y hortalizas frescas (11,3 por ciento), así como la leche y sus derivados (9,7 por ciento).
(SERVIMEDIA)
03 Jun 1991
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