La mejora de la competitividad de los productos españoles fue del 0,7 por ciento en los cinco primeros meses del año, loque sitúa el índice a sólo una décima del nivel del año pasado, aunque se mantiene a doce puntos del registrado hace sólo tres años.

La positiva evolución de marzo a mayo es consecuencia de una moderación de los precios superior a la de los países competidores, acompañada de una ligera depreciación de la peseta. La evolución del índice de competitividad en 1991 fue, mes a mes, la siguiente: -1,7 por cien en enero, -0,2 en febrero, 0,7 en marzo, 1,3 en abril y 0,5 en mayo.

Este último mes, el indie de precios relativos, que mide la relación entre la tasa de inflación española y la de sus principales socios comerciales, mejoró ligeramente, al descender casi medio punto.

De esa manera, prosiguió la tendencia a la igualación de los ritmos de inflación de España con la CE. Según los últimos datos disponibles, el diferencial con la Comunidad es de 1,27 puntos, mientras que resulta ya negativo, por dos centésimas, en relación a los precios de la media de la OCDE.

LA PESETA

Por lo que se refiee a la evolución de la peseta, el segundo componente de la competitividad exterior utilizado por la Secretaría de Estado de Comercio para calcular su índice, redujo en mayo en 0,2 puntos su tipo de cambio frente a los principales socios comerciales de España.

La divisa española, que venía creciendo en su cotización desde hace más de dos años, mantiene su valor en relación con las principales monedas europeas, si bien se ha depreciado un 16,91 por cien respecto al dólar, en tasa anual.

Sin embargo frente a las monedas de los demás países de la CE, área con la que España realiza dos tercios de su comercio exterior, la peseta continuó manteniéndose firme, registrando incluso ligeras revalorizaciones en el último periodo.

En lo que respecta a la evolución del Indice de Tendencia de la Competitividad en los últimos doce meses, se aprecia un ligero empeoramiento del 0,1 por ciento.

Los expertos de la Secretaría de Estado de Comercio consideran que estas cifras muestran "con claridad cómo se haido reduciendo la pérdida de competitividad en la exportación española".

La mejora ha descansado casi exclusivamente en la positiva evolución de los precios, cuyo indice mejoró dos puntos en los últimos doce meses, mientras que la cotización de la peseta contribuyó negativamente a la competitividad, al crecer más de un punto.