Tanto el Ministerio de Agricultura como el de Salud aseguran que han eliminado todos los peligros y que tienen la situación bao control. La crisis de la dioxina del año pasado se cierne aún como una sombra sobre el Gobierno que sucedió al de Jean-Luc Dehaene.

El equipo del primer ministro Verhofstadt asegura que no se cometerán los mismos errores. En este sentido, el secretario de Estado para el Comercio Exterior, Pierre Chevalier, aseguró ayer a la prensa europea que se trata de un asunto meramente local y que no existe el riesgo de que los productos contaminados se hayan exportado.

Este fin de semana volvía a sonar laalarma en el país ante la sospecha de que un buen número de granjas estuvieran afectadas por una contaminación de binéfilos policlorinados tóxicos. El propietario de la firma involucrada, situada en la localidad de Feluy, dijo que, a primera vista, la contaminación podría proceder de un insecticida aplicado al grano que se suministra al ganado.