Según informó hoy el laboratorio AstraZéneca, la Comisión Médica del COI estaba preocupada por el creciente número de atletas cuyos médicos notificaron que les habían permitido utilizar beta-antagonistas en los Juegos Olímicos de Sydney.

Durante años, la forma más adecuada de confirmar la presencia de asma en un atleta era su necesidad de tratamiento con un beta-antagonista inhalado.

Este año, la Comisión Médica realizará una reunión durante la cual los expertos de este organismo examinarán y recomendarán la forma más práctica de confirmar que un atleta tiene asma o asma inducido por el ejercicio, y que por tanto tiene necesidad de inhalar un beta-antagonista.