La obra, titulada "Atención educativa a las personas con discapacidad", expone las líneas generales del proyecto que elaboró el CERMI sobre esta cuestión en 1999, e incluye información del protocolo de colaboración con el Ministerio de Educación y de la Declaración de Roma de 2002 sobre Educación para todos.

El libro señala en la introducción que la Administración educativa "debe reconsiderar seriamente el enfoque y la orientación" que se vienen dando a las medidas sobre educació de los niños y jóvenes con discapacidad.

A juicio de los autores, los poderes públicos deben tener siempre presente que si hay algo que caracteriza a la población con minusvalía es su gran heterogeneidad.

"En consencuencia, deben velar para que cada persona pueda recibir lo que necesita, en el lugar y momento adecuados, proporcionándole todas las ayudas necesarias tanto a nivel de recursos humanos como materiales y eliminando todo tipo de barreras: sociales, de la comunicación, físicas, arquitecónicas, en el transporte, etc", añade la publicación.

El CERMI sostiene que la inversión real en ayudas técnicas, rehabilitadoras y terapéuticas en etapas escolares evitarán, en gran parte, inversiones posteriores en etapas adultas (pensiones, tratamientos...) con un mayor coste personal y social.