Calles y García orecieron hoy una rueda de prensa en Madrid para explicar la situación de La Seda de Barcelona, que cuenta con un total de 2.600 trabajadores repartidos en dos centros de Barcelona y uno en Alcalá de Henares (Madrid). Actualmente, el endeudamiento de la empresa asciende a unos 16.000 millones de pesetas.

Los responsables del comité de empresa del centro que esta empresa tiene en Alcalá de Henares (Madrid) remitieron hoy una carta a Claudio Aranzadi, criticando su política industrial y su inhibición al roblema concreto de La Seda de Barcelona.

En la misiva, el comité de empresa critica duramente las declaraciones que el ministro de Industria realizó el pasado día 7, en las que manifestaba que su departamento no intervendrá en la crisis de la empresa por ser un problema empresarial que debe ser resuelto por las distintas partes.

En opinión de los autores de la carta, el ministro "ni tiene política industrial ni es capaz de crearla. Otros ajenos a los intereses nacionales la están haciendo por used. Su departamento es un lujo inútil para los contribuyentes españoles, no lo es, en cambio, para holandeses y alemanes".

Para Calles, Aranzadi "o no se ha enterado del tema de La Seda, en cuyo caso lo que tenía que hacer es callarse, o si se ha enterado debe dejar el paso a otro que haga una política industrial en nuestro país, si no quiere que la hagan las multinacionales".

Por su parte, García manifestó que no piden la dimisión de Aranzadi, al igual que hizo ayer UGT, ya que "en este país de uien se pide la dimisión, sale más fortalecido".

RESPONSABILIDAD POLITICA

Explicó que los sindicatos sólo quieren que el ministro "asuma su responsabilidad política y se moje a obligar a Akzo a que si quiere marcharse de La Seda lo haga en condiciones, y no vendiendo acciones a una peseta a un señor que no garantiza la solvencia de la empresa".

Insistió en que los sindicatos no piden que la Administración asuma una parte de la deuda de La Seda de Barcelona, porque "la aportación económica debern hacerla los accionistas mayoritarios, que son los responsables de la situación actual de la empresa".

Actualmente, el 57,5 por ciento de las acciones de La Seda de Barcelona están en manos del abogado barcelonés Jacinto Soler Padró, ya que Akzo se las vendió al precio simbólico de una peseta, con la condición de que en el plazo de dos meses sean repartidas entre todos los accionistas, mediante prorrateo.

Calles y García dieron un plazo al ministro de Industria hasta la semana del 19 al 23 de agsto para que intervenga en el conflicto, al tiempo que le emplazaron a una reunión en esa semana, en la que también participen los sindicatos y miembros del consejo de Administración de la empresa.

El objetivo de este encuentro es el de prevenir "una situación social explosiva" que, en su opinión, puede producirse el próximo 26 de agosto, cuando los trabajadores que están de vacaciones vuelvan a su puesto de trabajo y no tengan con qué trabajar.

Los sindicatos mantuvieron hoy una reunión en Barceona con el Consejo de Administración, quien les trasladó el plan de viabilidad para La Seda que quiere llevar a cabo la empresa, y cuyas líneas básicas son, según García, la pérdida de 700 puestos de trabajo, una inversión de 5.000 millones de pesetas para que la empresa siga trabajando y la supresión de algunas líneas de producción.

García y Calles insistieron en que ningún plan de viabilidad tendrá éxito si no hay la financiación necesaria para llevarle a cabo y una dirección consolidada que control el total de las acciones de la empresa. Criticaron el plan de la empresa, ya que no cuenta con estudios para calcular el excedente laboral existente.