Esta enmienda, que refleja la posición de los socialistas frente a algunos nacionalismos, señala que "la configuración político-territorial de nuestro país se va realizando paulatinamente a través de un proceso pragmático y dinámico que tiene su horizonte final en el desarrollo pleno de las previsiones de sus respectivos estatutos".

Para los socialistas, "la culminación deeste proceso debe significar el fin de las tensiones reivindicativas, la aceptación general del modelo territorial y el fomento de los mecanismos cooperativos".

Tras señalar esta larga enmienda que "el proceso de transformación territorial de nuestro país se desarrolla, en el terreno político concreto de algunas comunidades autónomas, con la presencia de fuerzas políticas nacionalistas, históricas unas y más recientes otras, moderadas o radicales, según los casos o los momentos, y hasta de carácter toalitario y terrorista", añade: "Los socialistas tenemos un proyecto territorial para nuestra comunidades".

"Intentamos", agrega, "guiarnos por parámetros de racionalidad y no de sentimientos, anteponemos el interés general al particular y queremos la autonomía de cada comunidad dentro de España".

El escrito aceptado por el Comité Federal continúa: "Los socialistas queremos defender esta actitud y este proyecto con tolerancia democrática, pero con la máxima firmeza política. Creemos que hay que haer un esfuerzo de legitimación y respaldo social al Estado en muchas comunidades, al mismo tiempo que demostramos día a día y con hechos que el Estado lo son por igual todas las comunidades, favoreciendo con inteligencia la integración, y no lo contrario".

"Los socialistas consideramos legítimo y políticamente oportuno", añade la enmienda aceptada, "establecer ante el debate nacionalista que profundización del autogobierno en el marco de la singularidad estatutaria y fidelidad al sistema constituciona no son objetivos incompatibles, sino que, al contrario, se refuerzan mutuamente".