La familía Ferrys, propietaria del 56% del capital social de la marca, también ha rechazado el mismo plan de viabilidad institucional, "porque además de suprimir el trabajo a 700 familias vemos imposible conseguir una facturación de 3.000 millones de pesetas en tres años".

Ferrys S.A, con 1.400 empleados y ctualmente en suspensión de pagos, recibió a principios de este año una ayuda financiera de 150 millones de pesetas a fondo perdido de la Generalitat Valenciana.

El nuevo socio francés, Devanlay (dueñó de la marca Lacoste), aportó otros 150 millones de pesetas, mientras que las entidades financieras valencianas abrieron una línea de descuento de 600 millones para ayudar a la recuperación de la fábrica.