Esta es la conclusión del manifiesto hecho público hoy por el Comité contra la Caitalidad de Madrid para 1992, coincidiendo con la inauguración oficial de los actos organizados con motivo de la capitalidad cultural.

El comité se pregunta por qué Madrid es más culta que Oviedo, San Sebastián, Valencia, Bilbao o Salamanca. "¿En qué se nota su cultura? (...) ¿Qué queda de la cultura civil, nuestra cultura? ¿Qué queda de las salas de teatro que Matanzo ha fulminado, de las galerías artísticas que se han cerrado, de los grupos musicales que se disuelven, de las bibliotecas sin libros, e los centros de cultura muertos y desprotegidos? ¿Qué queda de las campañas de alfabetización, de las campañas de integración para inmigrantes?".

Según el Comité contra la Capitalidad, los actos programados demuestran "escasez de ideas, apoyos, creatividad, estímulo y vida; descorrer terciopelos para tapar agujeros, para esconder la prostitución, la droga y los grupos marginales que conforman Madrid".

"Queremos sacar nuestra cultura de debajo de la alfombra, donde ellos la han barrido, airear lo problemas, discutir los problemas, darles solución y exigir su puesta en práctica", agrega el manifiesto.

Seguidamente denuncia la escasez de teatros en los barrios, la falta de apoyo a la creación artística, la inexistencia de un festival cinematográfico importante en Madrid, la precariedad de la red bibliotecaria, la escasez de polideportivos y la falta de una política urbanística adecuada.