En declaraciones a Servimedia, Rupérez afirmó que "lo importante es que la Comisión funcione y lo haga cuanto antes. Si no quieren darnos la presidencia, como sería de lógica parlamentaria, por lo menos que se pongan de acuerdo cuanto antes para elegir presidente".

La Comisión GAL, cuya creación se decidió en el Senado el pasado miércoles, estará formada por 32 miembros, de ellos 14 serán del PP, 13 del PSOE,2 de CiU, 1 del PNV, 1 de Coalición Canaria y 1 del Grupo Mixto.

La posibilidad de que la presidencia de la Comisión GAL caiga en manos de un senador ajeno al PP revela "la voluntad recurrente de intentar controlar las cosas y desde ese punto de vista el comportamiento de los nacionalistas catalanes es realmente lamentable e incomprensible".

Rupérez considera que la actitud de los partidos nacionalistas catalanes y vascos, que se oponen a la presidencia de un popular, tendrá consecuencias electorles negativas para ambos partidos.

Juzgó también que "la opinión pública, que es cualquier cosa menos tonta, contempla con cierto estupor este tipo de movimientos, por ello tendríamos que ser muy conscientes del coste enormemente negativo que tiene para las instituciones. Una vez constituida la comisión, lo lógico es que quien ha solicitado su creación y que además es el primer grupo de la Cámara tenga la posibilidad de presidirla y otra cosa es difícilmente explicable".