A largo plazo, la directiva obliga a los Estados miembros a fijar cada año los objetivos nacionales de consumo interior futuro de electricidad a producir a partir de fuentes de energía renovables. También deberán definir los objetivos cuantitativos.

En uanto a los regímenes de ayudas, la Comisión no propone un régimen de ayuda armonizada a escala comunitaria, aunque, si se estima necesario, podrá hacerlo por un período de cinco años.

Por su parte, los Estados se comprometen a asegurar el acceso prioritario de la electricidad verde, asegurar su homologación, así como mejorar y acelerar los procedimientos de autorización para la implantación de centros de electricidad verde.

La iniciativa forma parte de los compromisos de la Cumbre de Kioto. Uno e esos objetivos es doblar el peso de la energía renovable en el consumo de energía bruta en Europa, pasando del 6% actual al 12% en 2010.