Martínez consideró que, a la vista del informe del Comité de Sabios, los miembros de la Comisión Europea no tenían otra solución que dimitir en bloque y expresó su confianza en que esta circunstancia no afecte a la negociación y elaboración de la Agenda 2000.

Incluso apuntó la posibilidad de que la crisis comunitaria desatada por la dimisión fcilite la consecución de un acuerdo entre los 15 que, a su juicio, "no complicaran la negociación más de lo necesario".

En su opinión, la situación actual de interinidad de la Comisión "no es peor que la de antes". Desde la presentación de la moción de censura, el Ejecutivo comunitario era "rehén" de sus atacantes y "por eso era débil", ahora "ya no es rehen de nadie" y por tanto "trabajará lo mejor posible para recuperar la confianza y la dignidad", dijo el portavoz popular.

Guillermo Martínez aostó por la continuidad de la Comisión hasta el mes de enero, es decir, es partidario de que agote su mandato, dando margen suficiente a los Quince para elegir un nuevo órgano de gobierno "más eficaz, más coherente y con más y mejores recursos".