La revisión pretende incluir en el programa otros gases de efecto invernadero, además del dióxido de carbono (CO2), como por ejemplo el óxido nitroso, generado por la producción de amoniaco, y el metano producido por la explotación de las minas de carbón.

También se pretende que las pequeñas instalaciones con procesos de combustión queden cubiertas por el programa; incluir al sector de la aviación y mejorar la eficacia de la aplicación de estas normas en los estados miembros.

Éste y otros temas serán debatidos con los interlocutores sociales antes de que la Comisión presente su propuesta legislativa de revisión de la Directiva para el Intercambio de Derechos de Emisión, durante la segunda mitad de 2007, y los cambios entrarían en vigor a partir de 2013, fecha en que comenzará el tercer periodo del programa.

La Comisión también proyecta armonizar el método por el cual los estados miembros fijan su tope de emisiones y asignan derechos de emisión a las instalaciones, y estudia la posible implantación de un tope máximo de emisiones común para toda la UE, a partir de 2012.

La revisión también pretende vincular el programa con las medidas que ya existen, o se aprobarán en el futuro, en terceros países, como los que proyectan algunos estados norteamericanos y varias regiones de Australia.

Además, la Comisión ha anunciado su compromiso de seguir reconociendo los créditos asignados a proyectos que contribuyen a reducir las emisiones en países en vías de desarrollo, lo que favorecerá que la industria siga realizando acciones para reducir las emisiones de manera global, y envíe tecnologías limpias a esas naciones.