Asimismo, la Comisión ha establecido las asignaciones definitivas para la campaña 2005/06, en la que España ha recibido finalmente 158 millones de euros, 6,5 más que los asignados inicialmente.

El presupuesto inicial, de 151,5 millones de euros era para la reestructuración de 21.131 hectáreas. Al final han sido convertidas 23.325 hectáreas, hecho que explica el aumento de la asignación.

La comisaria de Agricultura y Desarrollo Rural, Mariann Fischer Boel, ha manifestado, en relación con estas decisiones, que "si debemos responder al desafío planteado por los nuevos productores mundiales de vino, nuestra principal prioridad ha de ser mejorar la calidad del vino que producimos. El programa de reestructuración ha sido de gran utilidad desde 1999. Sin embargo, es obvio que no es suficiente. Por eso se ha iniciado un debate acerca de la reforma exhaustiva de la organización común del mercado vitivinícola".

En virtud del Reglamento del Consejo por el que se establece la organización común del mercado vitivinícola, los Estados miembros pueden recibir ayudas anuales para la reestructuración y la reconversión de un número determinado de hectáreas de viñedos.

El objetivo de este régimen es adaptar la producción a la demanda del mercado y consta de medidas como la reconversión varietal, la reimplantación de los viñedos y la mejora de las técnicas de gestión del viñedo.

El régimen no incluye la renovación normal de los viñedos que han llegado al final de su vida natural.

La Comisión concede las asignaciones de acuerdo con la proporción de la superficie comunitaria de viñedo existente en cada Estado miembro y basándose en criterios objetivos que tienen en cuenta situaciones y necesidades específicas.