Este plan es pionero en España e introduce un elemento clave: la transaparencia. Según sus promotores, se pretende que la concesión de licencia tenga un carácter de acto reglado, por lo que el plan regula, ordena y limita el comercio de grandes superficies, no el comercio tradicional.

El consejero de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de Aragón, Rafael Zapatero, señaló que "se trata de ordenar la competencia y de garantizar la libre competencia eliminando o evitando en lo posible situaciones de dominio y monopolio, que podrían venir por el choque de la fuerza de las grandes superficies y el comercio tradicional".

El Plan de Equiamiento tiene rango de decreto y será revisado cada cuatro años. Sus objetivos son conseguir un buen nivel de establecimientos, mediante la división de Aragón en comarcas comerciales, y establecer nuevas superficies con reserva de suelo para mantener y garantizar el pequeño comercio.

La tramitación para instalar nuevas superficies, además de las licencias de apertura y urbanismo, necesitará un informe favorable de la comunidad autónoma. Será una licencia comercial previa mediante decreto.

El Planprevé también ayudas de carácter económico, financiero o en suelo, encaminadas a la reestructuración del sector y a la incentivación del comercio rural, ya que los establecimientos comerciales están prácticamente instalados en la capital.