Esta evolución, medida por Comercio a través de los precios y la ponderación de la peseta frente a las demás monedas de la OCDE, refleja que la peseta se ha depreciado frente a esas otras divisas de los países desarrollados en un 11,7 por cien a lo largo del año, lo que la ha puesto, dicen en el Ministero, "más en consonancia con la necesidad de mejorar los déficit comercial y por cuenta corriente".

El análisis de los precios, reralizado sobre una comparación del IPC español con el del resto de los países de la OCDE, muestra un crecimiento ponderado en España del 1,5 por cien, que "refleja un encarecimiento relativo de nuestra producción de bienes y servicios, y frena mayores ganancias de competitividad.

"Sin embargo", añaden las autoridades de Comercio, "los diferenciales de inflación con la OCE irán absorbiendo las ganacias de competitividad producidas por la devaluación: por lo que es necesario persistir en el esfuerzo de moderación salarial y contención de costes".

Este Indice de Tendencia de la Competitividad, hace también una comparación concreta con los once "socios" de España en la Unión Europea, a cuyos países se dirigen actualmente el 70 por cien de nuestras exportaciones. En ese contexto, España elevó sus precios por encima de la media comunitaria, y registró una mejora de la comptitividad del 1,3 por cien.

Para 1994, según el Ministerio, no cabe prever grandes oscilaciones de la peseta, aunque indica que es porbable una tendencia al alza en la divisa española, por "la relajación de los tipos de interés, y porun aumento de la confianza de los inversores extranjeros a medida que la economía española muestre signos de recuperación".