En conreto, los comerciantes estiman en más de 100 millones de pesetas la cantidad necesaria para que los 20 comercios que todavía permanecen cerrados, así como diversas partes de la galería que fueron destruídas por la bomba, recobren el funcionamiento normal que tenían antes del atentado terrorista.

"No queremos que nos den ni un duro más de lo que cuesta la reparación ni nos interesa la fórmula utilizada para concedernos el dinero, pero sí exigimos que lo solucionen ya", recalcó el portavoz.

Los afetados, que no confían en obtener un resultado satisfactorio de la reunión, "ya que unos nos rebotan a otros", aseguraron que en caso de que Alvarez del Manzano no aporte una salida concreta "armarán escándalo, porque estamos muy incómodos y por cualquier motivo saldremos a la calle".

El portavoz aseguró que el próximo día 5 estará acabada la construcción de una de las paredes que fue destruida por la bomba, lo que supondrá que algunos comerciantes tengan que comenzar entonces a reconstruir los negocio, "pero el problema es que no tenemos ni un duro y con el paso del tiempo la situación económica empeora", agregó el portavoz.

Los comerciantes no exigirán a la corporación que les indemnice por las pérdidas derivadas de no trabajar durante el tiempo que duren las reparaciones.

EL VERDADERO CULPABLE

En su opinión, el Gobierno es el verdadero responsable de esa situación y, en concreto, el Ministerio del Interior, por lo que intentarán que el alcalde medie con el Ejecutivo central para concertaruna entrevista.

Para los afectados, el mal menor sería poder concluir las obras en agosto para abrir en septiembre los comercios, "pero nos tememos que esto se retrase hasta octubre y luego hasta diciembre, y así siempre".

Actualmente permanecen cerrados 10 establecimientos de la planta baja, de los que 4 tendrán que ser reconstruídos por completo.

La intermedia está funcionando a medias ya que, según explicaron, el cierre del acceso principal, que está destruido, ha producido una recesión d público, lo que ha reducido las ventas.

"Los 11 establecimientos del piso superior, de los que además de los industriales dependían 40 empleados que también tienen familias que dar de comer, todavía no han vuelto a abrir sus puertas", aseguró el portavoz de los comerciantes.