Los 157 agentes qe componen la unidad darán protección y escolta a las autoridades, garantizarán la seguridad de los edificios oficiales y regularán las actividades pesqueras y el juego.

Estas competencias iniciales se incrementarán en el futuro y su ámbito de actuación se hará extensivo a tareas relacionadas con la protección del medio ambiente y la lucha contra los incendios forestales.

La mayor parte de los funcionarios son de origen gallego y anteriormente habían estado destinados en el País Vasco, dominan elidioma gallego y durante el mes pasado recibieron un cursillo de adecuación socio-cultural sobre la realidad de esta autonomía.

La nueva policía nace, según el titular de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, con vocación de complementar, nunca de sustituir, las labores que realizan las fuerzas de seguridad del Estado en la comunidad autónoma.

Los agentes seguirán dependiendo de la Dirección General de la Policía, aunque sus gastos se repartirán al 50 por ciento entre las administraciones central y utonómica. Esta última tendrá potestad para sancionar a los funcionarios y promover recompensas.

Mientras el Ejecutivo de Fraga sostiene que la opción elegida supone un importante ahorro, al sufragar el Gobierno central la mitad de los gastos de esta polícia, 170 millones de pesetas, todos los grupos de la oposición han denunciado que la Xunta paga ahora lo que antes tenía de forma gratuita.

Para los nacionalistas, la policía gallega es la misma policía nacional, sólo que con una pegatina de la bndera autonómica en su gorra y hombrera.