Aunque serán los forenses los que determinen on seguridad la identidad de las víctimas, multitud de detalles sobre las ropas, cabellos y objetos personales confirman que se trata de los cuerpos de Miriam García, Antonia Gómez y Desireé Hernández, desaparecidas el 13 de noviembre de 1992 cuando se dirigían a la discoteca "Color" de Picassent (Valencia).

A pesar de ello, el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Francisco Granados, aseguraba a medianoche que todavía no podía confirmar la identidad de las víctimas en atención al secreto umarial decretado por el juez de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Alcira (Valencia).

Los empleados de la funeraria que realizaron el traslado desde la zona boscosa en la que fueron encontrados los cadáveres hasta el Instituto Anatómico Forense de Valencia afirmaron que llevaban ropa vaquera y juvenil como la de las tres niñas desaparecidas de Alcásser hace 75 días.

Los cuerpos se encontraban apilados en una pequeña fosa y uno de ellos que sobresalía parcialmente del suelo se encontrabaen un estado de descomposición mayor que los otros dos.

El pueblo de Alcásser, consternado por la noticia, se lanzó ayer a la calle en solidaridad con los familiares de las niñas asesinadas. Numerosas personas se concentraron ante el ayuntamiento, mientras la corporación municipal permanecía reunida en pleno extraordinario.

Los familiares y conciudadanos de Toñi, Desireé y Miriam han movilizado a la opinión pública desde que el pasado 13 de noviembre desaparecieron las niñas, de 14 y 15 años, cuado se dirigían a una fiesta de su instituto.

Durante la investigación se recibieron llamadas de decenas de personas que aseguraban haberlas visto en lugares tan diversos como Granada, Sevilla, Madrid, Pamplona o Barcelona.