Vega señaló en rueda de prensa que en el "Ford Fiesta" que las fuerzas de seguridad del Estado requisaron tras un primer tiroteo mantenido por dos agente y los dos etarras, en la mañana del martes, se encontraron esposas, esparadrapo y vendas, que hicieron pensar a la Policía que estaban preparando un secuestro.

Posteriormente, en el registro del caserío de Barrika donde se sospecha que ambos estuvieron escondidos en los dos últimos meses, se descubrió una "cárcel del pueblo", habitualmente utilizadas por ETA para esconder a sus secuestrados.

En el caserío se han encontrado subfusiles, 126 kilos de explosivo amosal, TNT, detonadores, pistolas, muición y una troqueladora de matrículas para vehículos.

El caserío, que fue comprado hace seis meses por Manuel Fernández Pérez de Nanclares y su esposa, ahora detenidos, está valorado entre 25 y 30 millones de pesetas.

En opinión del gobernador civil de Vizcaya, el "comando Vizcaya" de ETA sólo tenía como infraestructura el caserío de Barrika, en el que los dos terroristas se ocultaban desde febrero.

Daniel Vega resaltó la importancia de esta acción policial, que ha impedido un secuestro en n momento en que ETA atraviesa serias dificultades económicas.