El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, fue el encargado de depositar la primera piedra en el terreno del futuro teatro. Al acto asistieron también Pasqual Maragall, alcalde de Barcelona; Joan Guitart, consejero de Cultura del Gobierno autonómico; Ricard Bofill y Josep aria Flotats, actor teatral que será el director del centro.

La construcción del Teatro Nacional se incluirá en la vanguardia de los edificios culturales que se levantan en estos momentos en Europa, según Bofill. Las instalaciones se repartirán en dos edificios. Uno de ellos acogerá las salas teatrales y en el segundo se alojará un taller para la confección y montaje de decorados.

La sala principal del teatro albergará unas 960 plazas y estará destinada a representar obras clásicas. En el otro esacio, que podrá acoger a 400 espectadores, se escenificarán piezas de vanguardia.

En la primera fase de las obras se levantará toda la estructura del edificio. El presupuesto será de 2.100 millones de pesetas y está previsto que acaben en 1993. La segunda fase consistirá en equipar los interiores y terminará definitivamente en 1994. Ricard Bofill dirigirá todo el proceso de construcción.

El Teatro Nacional de Catalunya estará situado en un terreno que también acogerá el futuro Auditorio Municipalde Música. Esta operación cultural tendrá una finalidad urbanística para relanzar la zona y reequilibrar el papel del centro de la ciudad.