Estas cifras se refieren exclusivamente a las ofertas y demandas de empleo realmente "casadas" por el INEM, y no a los casos en los que sus oficinas se limitaron a sellar contratos previamente pactados entre empresas y trabajadores.

La caída en las contrataciones gestionadas por el Inem se produjo a pesar de la aplicación de la nueva regulación de emple, que entró en vigor el 8 de abril, y que permite retirar el seguro de paro a quienes rechacen una oferta de trabajo adecuada.

Concretamente, en el trimestre comprendido entre abril y julio, las colocaciones gestionadas por el INEM fueron 76.100, frente a las 114.700 de los mismos meses de 1991, lo que supone un recorte del 33,6 por cien.

Si bien este descenso coincide con una disminución generalizada de la contratación, tanto de la gestionada por el instituto como de la realizada directamente po las empresas, los datos demuestran que la capacidad de colocación continúa disminuyendo.

Así, en el primer semestre de este año, sus contrataciones supusieron únicamente un 7 por ciento del total (163.300 de 2.325.600), mientras que en el mismo periodo del 91 representaron el 8,46 por cien (214.700 de 2.536.300).

Los problemas del INEM para "casar" ofertas y demandas de empleo responden no sólo a la escasez de puestos de trabajo, sino también a que son los trabajadores menos cualificados los quemás recurren a sus servicios para encontrar trabajo.

REFORMA

Para hacer frente a los problemas del INEM, el Ministerio de Trabajo ha remitido una propuesta de reforma a los sindicatos y la patronal CEOE, en la que aboga por una "significativa reducción" del número de oficinas del instituto, para poder concentrar más personal en las que atienden a un mayor número de trabajadores.

La dificultad para emprender la reasignación de personal radica en que el 60 por ciento de los 16.000 empleados del Iem son funcionarios, lo que reduce el margen de maniobra en movilidad y promoción profesional.

Además, el documento señala que la cualificación de los profesionales del Inem "no siempre es adecuada en relación con las fuciones a desarrollar", lo que conduce a "una gran desmotivación" y la fuga hacia otros órganos administrativos.

El Ministerio de Trabajo reconoce que, actualmente, hay una "percepción generalizada" en los poderes públicos, los agentes sociales y la ciudadanía engeneral de que el istituto no está satisfaciendo eficazmente las misiones que tiene encomendadas".

Asimismo, el documento señala que el Inem soporta unas cargas medias de trabajo "sensiblemente superiores" a las de la CE y que su organización informática, aunque han tenido un crecimiento notable, "no constituye un apoyo eficaz para la gestión".