Eso significa que sólo el 7,5 por ciento de los 3,5 millones de contratos registrados en los nueve primeros meses del año fueron el resultado de una gestión de búsqueda de empleo realizada por el INEM.

El resto, concretamente 3.235.000 contratos, fueron suscritos directamente por las empresas, y el trabajador se limitó a cumplir con la formalidad de "sellar" el contrato en alguna oficina del INEM, al imponerlo la legislación en vigor.

La capacidad de colocacióndel INEM no ha superado los niveles del año pasado ni siquiera tras la promulgación del "decretazo", que permite retirar el seguro de paro a los desempleados que rechacen una sola oferta de trabajo.

De mantenerse en el último trimestre la tendencia de los nueve primeros meses, las ocupaciones facilitadas por el instituto se situarán en unas 350.000, cifra que no sólo es inferior a los 439.100 de 1991 sino que queda por debajo de las registradas en toda la década de los ochenta, salvo el trienio 82-84. Los expertos del INEM atribuyen este fenómeno a que las empresas recurren cada vez menos a sus servicios para encontrar trabajadores cualificados, con lo que la actuación del instituto queda circunscrita a la tarea más difícil, colocar a los parados con menos cualificación.

MAS PRECARIEDAD

Por otra parte, los datos del INEM muestran también que los empresarios han contestado al aumento de la duración mínima de la contratación temporal de fomento del empleo, de seis a doce meses, recurriendo a oras modalidades de empleo más "precarias".

Desde que se produjo ese cambio normativo, con la promulgación del "decretazo" en abril, los contratos temporales disminuyeron un 30 por ciento, mientras que, a pesar de no estar incentivados, aumentaron los de obra y servicio, eventuales por circunstancias de la producción, interinidad y lanzamiento de nueva actividad.

En el primer semestre, estas modalidades de contratación más "precarias" aumentaron un 5 por cien, en el caso de los contratos eventuale; un 4,3 por cien, los de obra o servicio; un 7,3 por cien, los de interinidad; y un 12 por cien, los autorizados para el lanzamiento de una nueva actividad.

Aún mayor fue el incremento de las contrataciones realizadas a tiempo parcial, otra alternativa utilizada por los empresarios para sustituir los contratos temporales, ya que registraron un crecimiento del 17 por cien.

Por contra, las empresas también acogieron desfavorablemente la supresión de las degravaciones en la Seguridad Social para lo contratos en prácticas y para la formación, lo que se tradujo en sendas caídas del 21,3 y el 27 por cien durante el primer semestre del año.