Según informó el departamento que dirige Pilar Alegría, se trata de una serie de indicadores, desarrollados por María José Díaz-Aguado, catedrática de Psicología de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid, que permiten analizar de manera eficaz la realidad de la convivencia en los centros educativos y sentar las bases para desarrollar acciones que la mejoren. De hecho, se emplearon como punto de partida del ‘Estudio estatal de la convivencia escolar en centros de educación primaria’, presentado el pasado mes de mayo.

Entre las conclusiones, ese informe mostró que pese al buen clima general, un 9,53% del alumnado señalaba haberse sentido acosado y un 9,2% haber sufrido ciberacoso. Por otra parte, el 4,58% admitió haber acosado alguna vez a un compañero y el 4,62% haber ciberacosado a una persona. Entre las familias, el 7,7% afirmó que creía que su hijo había sido acosado.

PERSPECTIVAS

En concreto, los indicadores de la herramienta evalúan la calidad de la convivencia desde diversas perspectivas, las relaciones entre iguales, las relaciones entre el profesorado y el alumnado, entre las escuelas y familias y el contexto de la convivencia escolar.

Según trasladó Educación, el pleno del Observatorio, que se reunía por quinta vez desde 2020, abordó también la elaboración de su nuevo plan de trabajo para el periodo 2024-2027. En la reunión, se hizo especial hincapié también en la importancia del bienestar emocional de la comunidad educativa, como pieza clave del fortalecimiento del clima y aprendizaje escolar.