Así lo precisó en un comunicado en el que advirtió de la existencia de “una serie de prácticas poco lícitas y muy comunes” que, a su juicio, “se deben tener en cuenta” a la hora de adquirir cualquier coleccionable.

A este respecto, urgió a “no dejarse llevar” por el precio con el que estos productos salen al mercado, ya que se trata de los llamados “precios gancho”, que, según la asociación, “siendo muy bajos en la primera entrega, suben a partir del segundo fascículo y progresivamente van evolucionando y aumentando a medida que la colección avanza”.

Además, la posible variación futura en el precio debe venir “especificada” en el fascículo, pero, según la organización, “en muchas ocasiones, las empresas adjuntan esta información de forma casi ilegible ya que los datos vienen impresos en un cuerpo de letra muy reducido”.

“Asimismo, los precios son equívocos porque la mayoría acaba en 99 céntimos; son los llamados ‘precios psicológicos no redondeados’”, abundó, para agregar que, por esta razón, el producto “parece más económico de lo que en realidad es”.

CONSULTAS, QUEJAS Y RECLAMACIONES

Por otro lado, aconsejó “prestar atención” al número medio de entregas que, según sus cálculos, “por lo general, ronda las 50 de media” y explicó que le llegan “un gran número de consultas, quejas y reclamaciones” de consumidores que “han visto cómo la serie que habían comenzado se ve suspendida a la mitad”.

“Además, muchos lanzamientos requieren que el consumidor posea todas las entregas para completar el producto”, añadió, al tiempo que juzgó “conveniente” calcular el precio del producto final sumando todos los fascículos porque, reiteró, “en muchos casos, adquirirlo en una tienda especializada puede suponer un ahorro de más del 70%”.

No obstante, subrayó que la empresa que publica la colección está “obligada a suministrarla hasta el final a quien lo requiera” y que, una vez iniciada la colección, los usuarios pueden solicitar “hasta el último ejemplar, aunque haya sido retirada del mercado por una escasa demanda”.