Un primer paso ya lo ha dado la compañía estadounidense NCR, que está desarrollando un sistema para perfeccionar la seguridad de los cajeros automáticos mediante la sustitución del número secreto de identificación personal por el reconocimiento del iris del cliente.

Según explicó a Servimedia Gonzalo Suárez, responsable de Marketing de Soluciones de Autoservicio de NCR, una serie de característicasdel iris nunca sufren alteraciones a lo largo de la vida y son incluso más exclusivas que las huellas digitales.

La tecnología consiste en un registro del iris del cliente en un soporte digital. Dos cámaras recogen la imagen del iris, que es traducida en información informática como si se tratara de un código de barras con 256 patrones distintos. Esa grabación sirve para identificar posteriormente al usuario, comparando su iris con las referencias almacenadas.

De esta forma, una persona puede acuir al cajero automático e introducir su tarjeta. En ese momento, recibirá una indicación para que mire a un punto concreto y en dos segundos el sistema comprobará si se trata del titular de la tarjeta y le dará vía libre.

De momento, un cajero con estas características funciona como experiencia piloto en Swindon (Gran Bretaña), en las oficinas centrales de la sociedad Nationwide Building. NCR calcula que en el plazo de un año el modelo estará preparado para ser comercializado.

El dispositivo desarollado por NCR no prescinde de las tarjetas, porque éstas contienen el número de cuenta y otros datos, pero los especialistas aseguran que los sistemas de identificación por el iris reemplazarán e el futuro al "plástico" (las tarjetas) y las llaves.

Según sus previsiones, la puerta de casa o el automóvil se abrirán o se pondrán en marcha con un guiño, una revolución tecnológica que verá el siglo XXI.