El presidente de Anfac, Jesús Ruiz-Beato, ofreció hoy una rueda de prensa para hablar sobre la fiscalidad en el sector del automóvil y la evolución del mercado en 2002, en la que reclamó al Gobierno "una verdadera apuesta por la renovación del parque" español de vehículos, con un nuevo Plan Prever "más generoso", y un marco de negociación colectiva "más flexible".

Anfac prevé cerrar el año 202 con una caída de las ventas de coches del 7,2% respecto a 2001, con un total de 1.323.000 unidades, una cifra que "no es mala", a juicio de Ruiz-Beato, dado que se compara con un año récord en ventas y dada la situación económica actual. Para 2003, la patronal prevé un mercado estable, con alrededor de 1.321.000 turismos matriculados, un 0,1% menos que en 2002.

El presidente de Anfac destacó la elevada fiscalidad que soporta el sector del automóvil, que dijo que va creciendo año tras año, y volvióreclamar la supresión o reducción del Impuesto de Matriculación, apoyando la resolución de la Comisión Europea que insta a los gobiernos a eliminar este impuesto y compensar la reducción de los ingresos aumentando los impuestos sobre el uso del automóvil.

De acuerdo con los datos de Anfac, en 2002 la Hacienda Pública española ingresará 20.361 millones de euros por impuestos y tasas a la compra y uso de los vehículos. La mayor parte procede de los impuestos por consumo de carburante, un total de 15.05millones de euros, con un aumento del 13,6% (3.631 millones por IVA y 11.420 millones por el impuesto especial).

Le siguen los impuestos por adquisición de vehículos, que supondrán unos ingresos para el Estado de 3.245 millones de euros, un 7,4% menos que en 2001; el Impuesto de Circulación (1.681 millones, un 7,5% más que en 2001); impuestos por la transferencia de vehículos (175 millones, un 0,6% menos); tasa de matriculación (87,63 millones, un 6,3% menos); tasas por el permiso de circulación (50,7 millones, un 1,7% más), y tasas por cambio de titularidad (69 millones de euros, un 3,6% más que en 2001).

Según Ruiz-Beato, además de en la reducción de la fiscalidad sobre la compra del automóvil, Anfac centrará sus esfuerzos en 2003 en consolidar las redes comerciales de las marcas, tras la entrada en vigor del nuevo reglamento europeo de distribución de vehículos, la formulación de un nuevo Plan Prever, el mejor trato fiscal a las inversiones del sector en I+D+I y la mejora de la competitividad e la industria española.

NUEVO PREVER

Ruiz-Beato indicó que, desde 1994, se han comprado alrededor de 2 millones de vehículos acogiéndose a los planes Renove y Prever. Indicó que han sido un instrumento útil, pero que en la actualidad está "practicamente agotado", como demuestra la caída de las operaciones en los últimos años, por lo que es necesario una nueva configuración del plan Prever a partir de enero de 2004.

A su juicio, es necesaria "una política decidida de renovación del parque de auomóviles", que sigue siendo muy viejo, con un 51% de los vehículos con más de 7 años. Ruiz-Beato reclamó un nuevo Prever "más generoso" en sus ayudas, que dupliquen a las actuales, y que, además, se extienda a la adquisición de vehículos de hasta 16 toneladas y a la compra de vehículos seminuevos.

También pidió que se elimine el requisito de concurrencia de propiedad (que el propietario del que se achatarra y del nuevo que se compra sea el mismo), que se rebaje de 10 a 7 años la edad la antigüedad delvehículo a achatarrar y que se supriman trámites, como el requisito de estar al corriente del pago del impuesto de circulación para dar de baja al vehículo viejo.

Ruiz-Beato se refirió también a los riesgos de que se traslade producción de España a los países del Este, y recalcó la necesidad de aumentar la competitividad de la industria automovilística española, mejorando las infraestructuras, la formación de las plantillas y la competitividad de las empresas.

Para lograr esto último, el presidene de Anfac pidió un marco de negociación colectiva más flexible, que permita a empresas y trabajadores una organización del trabajo más flexible para adecuar la oferta a la demanda. En concreto, reclamó mayor flexibilidad en la duración de los contratos y en cuestiones internas, como la jornada, horas extras, condiciones individuales de trabajo y períodos de vacaciones, entre otras.