En la presentación de un informe sobre "I+D+i de la electricidad en España 2008", Atienza apuntó que REE está realizando cálculos y estudios sobre las posibilidades y retos que entraña el coche eléctrico, y "se los hemos pasado al regulador" (la Comisión Nacional de la Energía).

Según explicó, esta tecnología entraña un sistema de almacenamiento y distribución de electricidad, que permitirá dar salida a los picos de energía eólica, en los momentos de máxima producción, que normalmente coinciden con las horas de demanda más baja o "valle" (por la noche).

"No será difcícil pensar que los coches carguen sus baterías por la noche y se conviertan en aportadores de energía de punta cuando no estén en uso", explicó.

Por ello, "desde el punto de vista de operador del sistema, el desarrollo del coche eléctrico está muy vinculado a nuestra apuesta por las renovables", sostuvo Atienza.

Por su parte, el presidente de la patronal de las empresas del sector eléctrico (Unesa), Pedro Rivero, consideró que la implantación de estos vehículos requerirá de un gran cambio y entraña "dificultades" para la distribución (creación de una red de puntos de suministro, instalar enchufes en las gasolineras, etcétera), lo que requiere de importantes inversiones.

Todo esto tendrá que ser condiderado a la hora de apostar por esta tecnología o, de lo contrario, "no van a salir las cuentas", dijo. Asimismo, incidió en que para su puesta en marcha "hace falta un cambio legislativo".

A pesar de que, por todo ello, la llegada del coche eléctrico "no es fácil" y es "difícil de atender a corto plazo", Rivero valoró que supondría "un buen cliente potencial" y que sería "bueno para la integración de las energías renovables".