El coche fue explosionado hacia las 16,15 de la tarde y causó destrozos en los cristales de un hotel cercano y en rótulos luminosos de la estación.

La policía acordonó la zona y desalojó el hotel, una boca de Metro próximo y la estación de Sants. La policía no baraja, por el momento, ningun hipótesis sobre la autoría del atentado.

Efectivos policiales inspeccionaban a las 5,30 de la tarde las calles situadas junto a la estación, por si pudiera haber algún otros coche-bomba o artefacto, mientras numerosas personas que habían acudido a la estación esperaban en las cercanías.