Según la coordinadora, problemas como la liberalización del mercado de transgénicos o el hambre deberían ser atajados mediante políticas activas que fomnten las explotaciones familiares.

Sin embargo, a juicio de la COAG, las medidas de la UE en materias agrícolas no son respetuosas con el entorno e incrementan el abandono paulatino del campo. A su juicio, los Estados miembros deberían evitar la privatización de la gestión de las infraestructuras y del agua para conseguir una agricultura sostenible.