A juicio de la COAG, tanto el caso de las 'vacas locas' como el de la leche maternizada que ha saltado últimamente a las páginasde los periódicos "revela la absoluta falta de garantías para la salud pública del gabinete de John Major".

Esta organización agraria estima que la "irresponsable" y "extorsionadora" política de salud pública en materia alimentaria practicada por el Gobierno de Major ha sido el principal factor de la aparición de los dos casos, por lo que la COAG presentará una queja formal ante los foros comunitarios, ya que considera que los responsables británicos hacen "la vista gorda".

Respecto a las consecuncias económicas de la 'crisis de las vacas locas', la coordinadora afirma que al haberse retraído los consumidores en la compra de vacuno, especuladores sin escrúpulos están aprovechando esta circunstancia para rebajar el precio pagado al ganadero.