Discapacidad
La CNSE expone los desafíos a los que se enfrenta la infancia y la adolescencia sorda
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En el marco de celebración del Día Mundial de la Infancia, la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) celebró el webinario ‘Participación infantil y adolescente, un derecho por ejercer’ en el que se expusieron los desafíos a los que se enfrenta la infancia y adolescencia sorda, entre ellos, la privación lingüística y la falta de formación en lengua de signos por parte de las personas oyentes.
El encuentro, liderado por la secretaria general de la CNSE y referente de su Consejo, en materia de familias e infancia, Natalia Mejías, sirvió como “una llamada” a la acción para crear entornos seguros, accesibles y saludables donde los niños sordos puedan expresarse libremente y participar en igualdad de condiciones que el resto. “Reivindicamos la participación de los niños sordos en todos los espacios de su vida, destacando la lengua de signos como un derecho esencial para su desarrollo pleno y su inclusión social”, afirmó Mejías durante su intervención.
En su discurso, la secretaria general de la CNSE apuntó a los retos que enfrentan los niños sordos. Entre ellos, hizo referencia a la privación lingüística que calificó como una forma de violencia que puede tener consecuencias devastadoras para su desarrollo emocional, social y cognitivo; “El estrés provocado por la falta de acceso a la lengua de signos afecta su autoestima, rendimiento académico e incluso su salud física. Como sociedad, tenemos la obligación de protegerlos de estas violencias”.
El webinario también contó con la participación de la responsable de Programas de Participación Infantil de la Plataforma de Infancia, Mabel Taravilla, quien compartió reflexiones sobre la importancia de fomentar el liderazgo de la infancia y la adolescencia en sus comunidades.
Taravilla recordó que la participación infantil y adolescente es un derecho fundamental que acompaña a los niños y niñas desde su nacimiento. “Participar significa formar parte activa de la vida social, un sentido de pertenencia que coloca a la infancia al mismo nivel que el resto de la ciudadanía”.
Uno de los momentos más esperados del webinario fue la intervención de los menores Lucía y Pablo de Abipans (Asociación bilingüe de familias con hijas e hijos sordos), quienes compartieron en primera persona cómo se sienten en sus comunidades. El diálogo ofreció una mirada directa y conmovedora de sus experiencias y de las barreras que enfrentan en su día a día, y sirvió para enfatizar su deseo de “ser escuchadas/os de manera real y efectiva”.
Si bien, ambos advirtieron que construir entornos inclusivos requiere no solo empatía, sino también “de acciones concretas para atender las expectativas de la infancia sorda”. Entre ellas, la necesidad de que la ciudadanía oyente se forme en lengua de signos, la de contar con más espacios de ocio accesibles para personas sordas, o la de disponer de recursos como lengua de signos y subtitulado en cines, teatros y otros espacios culturales. Por último, hicieron hincapié en que la educación debe garantizar la presencia de especialistas en lengua de signos e intérpretes siempre que sea necesario, asegurando así una participación plena y sin restricciones para el alumnado sordo.
(SERVIMEDIA)
21 Nov 2024
LSM/gja