Así lo afirmó en su comparecencia en la comisión de Economía, Comercio y Transformación Digital en el Congreso de los Diputados, en la que se refirió a la opa de BBVA sobre el Banco Sabadell.

Ante las preguntas de los diputados sobre la opa, Buenaventura comenzó su respuesta trasladando “tranquilidad y confianza en la gestión” por parte de la CNMV de la opa, de la que dijo que es “como otras” y que el organismo está acostumbrado a gestionar operaciones de mayor complejidad que esta. Recordó que no es una opa pactada, que a él no le gusta calificarla de hostil y que la misión de la CNMV es “asegurar el derecho de los accionistas del Banco Sabadell a decidir si aceptan o no la oferta de forma libre e informada”.

Sobre si el ‘caso Villarejo’, en el que BBVA está investigado por la contratación del comisario José Manuel Villarejo para realizar distintos encargos ilegales, encarna riesgos en la operación, Buenaventura respondió que “puede tener consecuencias y puede suponer riesgos y, de hecho, son riesgos que son importantes, no tanto en el seno de la opa sino en el hecho de que es un banco cotizado hoy”. Así, explicó que sus accionistas “tienen derecho a conocer cómo evoluciona ese proceso y los riesgos” en cada momento y que el banco actualiza sus folletos para dar esa información.

Ante el planteamiento de un diputado sobre si se debería suspender la opa por este caso, Buenaventura consideró que eso llevaría a suspender la cotización del banco y lo consideró “inapropiado y exagerado”. “No guardaría relación con el estado del proceso”, añadió. Se alineó con “lo que prevé la norma” de informar por parte del banco “de forma continuada e inmediata” de las novedades que tenga y eso lo consideró “suficiente”.

Respecto al estado en que se encuentra el proceso, dijo que el folleto está en fase de ejecución e insistió en que monitorizará “cuándo es el momento óptimo para la autorización del folleto y el inicio del plazo de aceptación”, una vez que conozca el análisis de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Al respecto, apuntó que el número de casos de opas en las que se pasa a fase dos “ha sido muy reducido históricamente”.

Buenaventura dijo que el mandato legal para la CNMV es “aprobar las opas lo más rápido posible”, pero en este caso debe conjugar el derecho de los accionistas a tener toda la información, teniendo en cuenta que de la CNMC se pueden derivar condiciones “muy onerosas”, y el tiempo.

GRIFOLS

Por otra parte, Buenaventura también se refirió al caso de Grifols, cuya acción se vio muy penalizada a principios de año por la acusación por parte de Gotham de supuesta manipulación de sus cuentas, lo que llevó a que la CNMV iniciara un expediente sancionador contra ambas.

Respecto a este expediente, Buenaventura explicó que se suele hacer cuando se trata de casos que generan alarma social o tienen un impacto notable en los mercados y admitió que “no es lo ideal” porque se hace sin oír antes al expedientado y “supone anticipar” un resultado, si bien no prejuzga cómo finalice el expediente. Se limitó a explicar que la CNMV concluyó que las cifras reguladas no presentaban signos de manipulación, pero sí “algunas incorrecciones en materia de explicaciones y desgloses”. “No soy equidistante, no es lo mismo tener una serie de incorrecciones en las cuentas que incluir información presuntamente falsa presuntamente a sabiendas con el objetivo de hundir el precio”, defendió Buenaventura.

Por otra parte, también hizo referencia a la nueva Autoridad de Defensa del Cliente Financiero para decir que, en el caso de la CNMV, de las algo más de 800 reclamaciones admitidas a trámite en España en el último año, en 55 los afectados acuden a los tribunales porque la entidad no les da la razón pese a que la CNMV sí, lo cual evidencia que “no tenemos nada que solventar” en este ámbito y “estadísticamente, la importancia es reducidísima”. El presidente de la CNMV dijo que con eso no quiere trasladar que la nueva autoridad no tenga importancia.