El Consejo de la CNE, tras su reunión de hoy, considera que "el estrecho margen de tiempo" que queda para la implementación de la Tarifa de Último Recurso (TUR) no permitirá a los consumidores disponer de "un modelo de contrato de suministro de último recurso" ni de "la información necesaria para elegir un comercializador".

Además, cree que "los comercializadores no dispondrán con la antelación suficiente de la cartera de clientes para las que deberá programar sus compras de energía, ni de la fórmula de cálculo que determinará su decisión sobre las compras".

En un comunicado remitido por la Comisión, se apunta también la necesidad de aprobar un modelo de contrato tipo del suministro de último recurso, con el fin de aclarar "las relaciones jurídicas entre las partes implicadas en el suministro y homogeneizar su contenido".

Este modelo de contrato tipo debería ser "único" para todos los consumidores, aprobado por la Dirección General de Política Energética, previo informe de la CNE.

Para el organismo que preside Maite Costa, el contrato tipo "deberá contemplar el mecanismo jurídico en virtud del cual el consumidor mantiene las necesarias garantías de continuidad y calidad del suministro".

Sobre la propuesta para calcular la Tarifa de Último Recurso, la CNE afirma que "no resuelve determinadas incertidumbres en cuanto a la determinación de algunos componentes y su traslación en términos del perfil del consumidor al que aplica".

Por otra parte, la Comisión propone la introducción en la Orden Ministeria que regulará la tarifa una disposición relativa a las indemnizaciones a los consumidores por el deterioro en la calidad del servicio.